A Coruña
Es justo dar una segunda oportunidad, así que se la he dado. La segunda vez ha sido mejor que la primera: salpicón de lubrigante, no es el mejor de la ciudad, pero cumple, solo cumple, podría ser fácilmente ser mejor, aunque más que suficiente para una persona; atún en pisto (una persona) y atún encebollado (la otra), bien hecho, punto perfecto, un poco crudo por dentro, muy abundante. Los dos atunes bien. Servicio muy agradable.
Coral: El clásico restaurante donde se va a comer, pero a comer de verdad sin esperar innovaciones ni nada deslumbrante por diferente. Es la comida de siempre bien hecha. Las raciones no son todo lo generosas que cabe esperar, pero presentaciones y acabados son excelentes. Muy bueno el salpicón de marisco y la preparación de los pescados, que es lo que esperas de un restaurante gallego. Ambiente con clase.
A Mundiña: Otro que machaca las zamburiñas y se le va la mano en el aceite. Aun así, muy buenos los pescados, pasados en su término justo, y el salpicón de marisco. El local agradable y bullicioso, siempre lleno.
La Iebolina: Trabajan producto de la tierra intentando hacer una cocina gallega con un toque moderno y a la vez diferente. Posiblemente el resultado es un poco soso, pero cumple bien, desde luego. Buena la raya. El local pequeño pero acogedor. Servicio atento y simpático.
Jesusa: ¡Jesús!, ¿pero quién animó a esta gente a poner un restaurante? Encima parece que les haces un favor. A evitar.
Gallo de Oro: En Arteixo. Da la impresión de venir precedido de un exceso de fama. No es para tanto. Hay que vigilar un poco los puntos, es mejorable pero se le reconoce cierto nivel.
Playa Club. Magníficas vistas a la playa de Riazor, y mejores vistas todavía a los excelentes platos que hacen de este restaurante una de las mejores ofertas de la ciudad. Preparación exquisita de pescados y mariscos, toques modernos sin pasarse, sabores naturales en raciones lógicas. Excelente servicio. Muy recomendado.
Calypso. Siéntate en la barra o en una mesa y disfruta de su salpicón de marisco, pocas veces lo tomarás mejor, más abundante y sin engaños por culpa de un exceso de huevo, cebolla o vinagreta. A veces se les va un poco la mano en la nata que le da un toque especial, pero vale la pena probarlo. Volverás.
Ferrol
Muiño do Vento. En Fene. Nada de pamplinas, el salpicón de marisco va repleto de buen marisco como en muy pocas partes lo verás; el pescado que pidas será una magnífica ración de pescado. Todo claro y diáfano y a un precio razonable. ¿Cuándo volvemos?
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